“El
Estado ha de garantizar la seguridad laboral de los
padres como una forma de reconocer que tener
hijos es un hecho positivo”, afirma la noruega
Janna Haaland Matlary, catedrática de
política internacional de Oslo y consultora de la
Santa Sede en materia de familia.
Fue la
primera persona católica que tuvo un cargo público
en Noruega desde la Reforma (viceministra de Asuntos
Exteriores), y también se encargó de distribuir
éticamente los 100.000 millones de euros del Fondo
del Petróleo noruego.
Según
manifiesta en una entrevista publicada por el diario
AVUI, “incluso los expertos en defensa ven con
alarma que Europa será muy débil con la tendencia
actual” de ir hacia una sociedad casi sin hijos.
“Se
supone que deberíamos producir más hijos.
Pero corremos el riesgo de reducir la familia a una
especie de derecho individual: ‘tengo el derecho de
tener niños’ como tengo el derecho de comprarme un
coche nuevo”, asegura Haaland.
“La
familia es algo más: es la institución básica de
cualquier sociedad. Una institución natural,
que encontramos a lo largo de toda la historia”,
añade la experta profesora.
Es por
esto, precisamente, que Haaland considera que los
gobiernos deben garantizar “la seguridad laboral
para las mujeres que tienen criaturas, es vital
que el Estado dé estas garantías [...] es importante
para la sociedad, aunque no lo sea tanto para los
empresarios”.
Cuándo le
preguntan qué debe hacer en concreto el Estado por
la familia, ella insiste en que, “primero, dar las
garantías necesarias” y, segundo, “cooperar
en un cambio de mentalidad y de actitud”
“Los
políticos no acaban de hablar de familia,
porque esta palabra les parece políticamente
incorrecta [...] Se habla de la mujer y de sus
hijos, pero no de la familia como unidad, como
célula básica de la sociedad”, añade.
“Derecho a tener hijos”
La
profesora Haaland, que no muestra entusiasmo ante la
‘paridad’: “no aceptaría nunca un cargo por
el hecho de ser una mujer”, aclara que “cuando la
mujer lucha por tener una carrera profesional, se
vuelve muy recelosa hacia todo lo que suena a
familia, porque le parece que la quieren hacer
volver hacia atrás”.
“Ahora
las mujeres están más cualificadas que los hombres y
luchan por ocupar el lugar que les corresponde, pero
no lo hacen tanto para defender su derecho a tener
hijos”. “¿Cómo quieren encontrar tiempo para los
niños?”, se pregunta Haaland.